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jueves, 14 de julio de 2016

Mirador El Jabeguero de Conil de la Frontera



El Mirador "El Jabeguero" está  situado en el Paseo Camino de la Fontanilla, frente a Playa El Chorrillo, y fue inaugurado el 25 de Septiembre de 2003. Representa a todo los pescadores de la tierra, tirando de la jábega (red) técnica milenaria de pesca de los pueblos costeros.

Desde este otero se observan, ademas del Cabo de Roche, las playas de La Fontanilla, Los Bateles, Castilnovo y la del Palmar (Vejer).



Conil de la Frontera surgió como almadraba en la Edad Media y fue dicha pesquería la que posibilitó su desarrollo y configuración urbana durante el siglo XVI. Junto a la almadraba estaba la jábega, arte de cerco y tiro emparentado con ella, cuyo origen es también muy antiguo. La jábega era durante el siglo XVIII la pesca “más común y provechosa” de las costas españolas, pues ocupaba a gran número pescadores desde Ayamonte a Gerona.


La jabega consiste en una red grande de hilo de cáñamo, compuesta de varias piezas, que forman sus bandas y copo. Se cala con una barca, de mayor o menor tamaño según las playas. La maniobra es sencilla: se deja uno de los cabos de los dos calones en tierra, bogan los remeros hacia el mar y van largando el arte hasta formar un semicírculo volviendo la barca su rumbo hacia la misma orilla hasta largarle todo, donde atraca con bastante distancia del punto primero en que dejó el primer cabo. Se desembarcan sin detención los marineros, y unidos con la gente de tierra, empiezan a tirar por ambos cabos hasta sacar el copo, cogiendo enormes cantidades de todas las especies, y con singularidad de sardina y boquerón.





Los jabegueros al llegar a tierra, en un punto distante algunas decenas de metros, un número de ellos que varía dependiendo del tamaño del arte, comienzan a tirar de los cabos ayudándose de trallas en bandolera, arrastrando el arte hacia la orilla. La duración del lance suele ser de entre una y dos horas y el número de pescadores de unos veinte, diez por cada banda.





En el siglo XVIII había en Conil 12 barcas de jábega corrientes. La barca de jábega de Conil tenía entre 7 y 8 metros de eslora, con la proa muy alta y la roda de proa muy saliente, al menos 60 cm. sobre la borda, para evitar que el proel cayese al agua; la embarcación carecía de palos, velas o timón, pues se gobernaba por un remo, dedicando buena parte del hueco de la barca al arte y cuerdas. Cuando la embarcación iba a salir a pescar, colocaba un remo en pie y sobre él un cesto o morrón, lo que indicaba que necesitaba gente para halar.


Cada una de las jábegas podría dar empleo a 20-22 pescadores, entre marineros y terrestres, por lo que las 12 jábegas emplearían unos 250 hombres. El resto de embarcaciones, unas 18 ó 20, entre palangres (sin duda los más numerosos), cazonales y lavadas, tendrían una media de 5 ó 6 hombres por barco, a los que habría que sumar los terrestres de las lavadas y los que trabajaban con redes de a pie.

La jábega era pues el arte de pesca de mayor importancia social y, sin duda también, el de mayor peso económico, por volumen de capturas y valor de la pesca. El transporte del pescado daba trabajo a una numerosa arriería que ascendía a más de 200 individuos, lo que parece apoyar una pesca en auge, que sólo empezaría a declinar con el cambio de siglo.





Playas del Chorrilo y La Fontanilla.


Cabo de Roche.


Playa de Los Bateles.



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